En el embarazo el objetivo principal es el desarrollo optimo del bebé, pero para conseguirlo hay que prestar mucha atención a la necesidad de nutrientes, ya que el aumento de su consumo puede llegar a producir una carencia nutricional, siendo la anemia por falta de hierro o la ausencia de vitamina B12 o ácido fólico una de las causas más comunes.

El hierro es un mineral necesario para fabricar la hemoglobina, una proteína de los glóbulos rojos que transporta y almacena el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo incluida la placenta.  La anemia se produce cuando nuestro organismo detecta una carencia de hierro, bien por una perdida excesiva o por una ingesta insuficiente, lo que conlleva, que la producción de los necesarios glóbulos rojos se vea reducida. Los síntomas que puede provocar incluyen la fatiga y falta de energía, dolor de cabeza, mala concentración, mareos, dificultad para respirar, piel amarillenta y frío en las extremidades.

En el embarazo, es necesaria la producción de más sangre de los normal, para que el bebé reciba los nutrientes que necesita, con lo que el hierro almacenado en el organismo de la madre necesita ser utilizado. La escasez, de este mineral, puede implicar consecuencias negativas para el bebé, con un crecimiento fetal insuficiente lo que conllevara un menor peso al nacer y un posible nacimiento prematuro.

¿Qué deberías incluir en tu dieta para evitar la anemia durante el embarazo?

  • Vitamina C, que ayuda la absorción de hierro no hemo (de origen vegetal) de los alimentos. Un zumo de naranja con el desayuno es una buena costumbre o añadir un poco de zumo de limón en tus verduras a la plancha por ejemplo.
  • Ácido málico: Se puede encontrar en las semillas de calabaza, ciruelas y manzana, y favorece la absorción de hierro. Puedes añadir trocitos de manzana a tus cereales de desayuno o un puñado de semillas de calabaza a tu puré de verduras o en la ensalada.

¿Qué alimentos no son convenientes durante el embarazo?

  • Té y café en las comidas, ya que, al poseer taninos, dificultan la absorción de hierro.
  • Antiácidos conteniendo sales de magnesio y zinc, interfieren con la absorción de este mineral. Si sufres indigestión, una consulta a tu médico de cabecera, te proporcionara otras alternativas.
  • El hígado siempre ha sido considerado una buena fuente de hierro, pero al contener altos niveles de vitamina A, su consumo excesivo no es recomendado, ya que puede provocar perjuicios al feto.

En resumen, una alimentación saludable, en el embarazo, te ayudará a prevenir la anemia y te aportara una reserva de otros nutrientes necesarios, contribuyendo con ello a tu salud y a la de tu bebé.  La carne magra de cerdo blanco, pescado, verduras, legumbres son alimentos que te ayudarán a mantener unos niveles de hierro suficientes.