La trazabilidad garantiza la gestión de la calidad de la industria porcina

Según la normativa europea, la trazabilidad es «la posibilidad de encontrar y seguir el rastro, a través de todas las etapas de producción, transformación y distribución, de un alimento, un pienso, un animal destinado a la producción de alimentos o una sustancia destinados a ser incorporados en alimentos o piensos o con probabilidad de serlo». Es decir, gracias a la trazabilidad podemos ser capaces de conocer todo el proceso de un producto alimentario de principio a fin.

En el caso de la producción de algunos alimentos, como los porcinos o vacunos, la trazabilidad relacionada con la producción alimentaria viene establecida por la normativa vigente.

Por lo tanto, las industrias porcinas tienen que ajustar su sistema alcanzar el nivel de trazabilidad que quieran y que garantice al cliente un buen producto alimentario acorde a su política de calidad. Para ello, la trazabilidad en las industrias porcinas se divide, principalmente, en cuatro grandes etapas que nos permiten la identificación de las materias primas del pienso; la identificación de cada cerdo con su correspondiente información como vacunas, origen, genética, etc.

  • Piensos y materias primas

  • Identificación de los animales

  • Identificación de lotes en el matadero

  • Distribución

Gracias a todos estos procesos que nos aseguran una correcta trazabilidad, podemos conseguir hacer un rastreo en cualquier dirección ante cualquier incidencia que se produzca en las materias primas relacionadas con todo el proceso productivo para certificar la calidad del producto y sus garantías sanitarias.