El jamón ibérico es uno de los manjares de nuestra gastronomía y uno de los productos más reconocidos a nivel mundial. A pesar de ello, el jamón ibérico tiene muchas curiosidades que son desconocidas para la mayoría de los consumidores y que te encantará descubrir.
En Rodríguez Sacristán, como apasionados del mundo del jamón y de sus curiosidades, en el artículo de hoy, te vamos a contar las curiosidades más interesantes del jamón ibérico.
Curiosidades del jamón ibérico que te sorprenderán
¿Por qué se cuelgan los jamones?
La primera de las curiosidades sobre el jamón ibérico que te contamos es el motivo por el cual los jamones se cuelgan. Una imagen muy común cuando acudimos a una tienda o un restaurante es ver jamones colgados en sus expositores. Muchos historiadores atribuyen esta acción a una costumbre heredada de la Edad Media. Durante esta época, colgar los jamones era una manera que tenían los comerciantes o restauradores de mostrar que eran cristianos y, así, evitar posibles represalias. La realidad, y el propósito de colgar los jamones, es para que los jamones se ventilen, eliminen el exceso de humedad y grasas, y puedan alcanzar el nivel de humedad y sabor más óptimos.
Pata negra no significa jamón ibérico
La siguiente de las curiosidades acerca del jamón ibérico es que un jamón de pata negra no tiene porqué ser un jamón ibérico. La razón de este mito es que las piernas de los cerdos ibéricos y sus pezuñas, habitualmente suelen ser de color negro, pero también puede suceder que un cerdo blanco tenga la pezuña negra o que un cerdo ibérico no la tenga negra.
Por ello, para identificar de forma correcta una buena pieza de jamón ibérico, te recomendamos que tengas en cuenta otros factores. Si quieres saber más sobre cómo identificar un buen jamón ibérico, te recomendamos que no te pierdas la guía que tenemos para saber cómo comprar un jamón ibérico.
Por qué se tapa con su corteza el jamón ibérico
Es habitual ver piezas de jamones ya abiertas tapadas con la propia corteza o con un paño para mantener el jamón ibérico en un correcto estado de conservación.
Esto se hace para que el jamón no se seque, pero lo mejor es hacerlo con su propia corteza. Esta, al tener la misma grasa, conserva mejor la pieza, evitando la oxidación y, con ello, la sequedad de la zona. Aun tapándolo con la corteza, te aconsejamos no dejar mucho tiempo esa corteza, ya que puede adquirir otros matices de sabor que no son buenos para el jamón.
El origen del jamón ibérico
El último dato curioso sobre el jamón ibérico es su origen. Los historiadores enmarcan el nacimiento del jamón en Cádiz, en el año 1100 a.C. Pero es durante el Imperio Romano, cuando llega su popularidad, siendo la antigua Tarraco (Tarragona), una de las principales productoras de jamón.
Ahora que ya conoces algunas de las curiosidades del jamón ibérico, te recomendamos que eches un vistazo a nuestra tienda online donde podrás comprar exquisitos jamones ibéricos.