El jamón es uno de los productos más valorados en la gastronomía, especialmente en España, donde el jamón ibérico es considerado un auténtico tesoro culinario; sin embargo, en ocasiones puede surgir la pregunta: ¿es posible congelar el jamón?

Por este motivo, desde Rodríguez Sacristán, te contamos si se puede congelar el jamón y cómo hacerlo de forma correcta para no renunciar a su calidad.

¿Es posible congelar el jamón?

Si quieres saber si se puede congelar el jamón, la respuesta es que sí, el jamón se puede congelar. Eso sí, como expertos de este manjar ibérico, nuestra recomendación es que no lo hagas. Congelar el jamón puede alterar ciertas propiedades como la textura que le otorgan las fibras de su carne, algo que, al congelarlo, se verá afectado.

Por ello, si no te queda otro remedio que congelar el jamón, te recomendamos que sigas los consejos que te damos a continuación para hacerlo de forma correcta.

Cómo congelar el jamón serrano

Prepara el jamón

El primero de los pasos para congelar correctamente el jamón es cortarlos en lonchas y separarlo según tus necesidades. Dividir en raciones hará que aproveches el producto al máximo, pudiendo escoger la cantidad de tu preferencia.

Envuélvelo herméticamente

En segundo lugar, lo ideal sería envasarlo al vacío. Si no puedes hacerlo, otra opción es envolverlo en papel de aluminio o de film, pero asegúrate de no dejar espacios o de que este no se rompa para evitar la entrada de aire, que puede favorecer que se descongele o que la carne resulte dañada.

Etiqueta el jamón

Para poder realizar un seguimiento del proceso de conservación, es recomendable etiquetar el jamón con la fecha en la que se ha congelado. Aunque la durabilidad del producto pueda llegar hasta los 6 meses, es preferible que se consuma en los primeros 3 para poder disfrutar todo lo posible de este tesoro culinario.

Temperatura

Uno de los pasos clave para congelar el jamón de forma correcta es la temperatura de congelación. Una congelación rápida favorece al mantenimiento del jamón, por lo que es recomendable el uso de un congelador que pueda alcanzar temperaturas de, como mínimo, -18ºC. También has de evitar su exposición a cambios drásticos de temperatura, para así conseguir mantener el producto en condiciones óptimas.

Espacio disponible

Asegúrate de poder almacenar el jamón serrano sin que este entre en contacto con otros alimentos. En caso de que suceda, las mujeres embarazadas o las personas con alergias o con intolerancias alimentarias deberán extremar la precaución antes de consumirlo.

Cómo descongelar el jamón

Un paso crucial a la hora de congelar el jamón para evitar perder calidad y propiedades, es también el proceso de descongelación. Por ello, a continuación, te contamos cómo hacerlo.

Lo primero a la hora de descongelarlo, es que evites descongelar el jamón a temperatura ambiente. Los cambios bruscos en la temperatura favorecen la proliferación de bacterias, lo que puede resultar en una pérdida de calidad de la carne. Cuando desees consumirlo, guárdalo en tu nevera durante 24 horas o hasta que esté descongelado totalmente.

Tras descongelarlo por completo en la nevera, atempera el jamón a temperatura ambiente antes de su consumo para que sus propiedades organolépticas despierten. Una vez esté listo para el consumo de nuevo, es importante que este se realice en unos días para que el jamón no pierda frescura.

Es decir, el proceso de congelar y de descongelar el jamón tienen un objetivo común, mantener las características únicas del producto. Para ello, si sigues estos consejos, conseguirás garantizar su excelente mantenimiento y, así, poder disfrutarlo como el primer día.

Ahora que ya conoces los secretos para congelar el jamón sin renunciar a su calidad y jugosidad, te invitamos a visitar nuestra tienda online. En Rodríguez Sacristán, te ofrecemos jamones ibéricos y serranos de la más alta calidad, frescos y con garantía de origen, perfectos para disfrutar en cualquier ocasión.