El sector de porcino es uno de los grandes contribuyentes en la ardua tarea de reducir los gases efecto invernadero (GEI), el año pasado se produjo una disminución de emisiones del 4,11% por kilo producido. En los últimos 15 años esta reducción alcanza el 41%, según destaca Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (INTEPORC) con motivo de la celebración el pasado 28 de enero del «Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2», también llamado «Día Mundial de la Acción frente al Cambio Climático».
En el conjunto de las emisiones GEI nacionales, el peso del sector porcino es solo del 1,9%, gracias a las medidas de control y mejora medioambiental que comenzaron a aplicarse hace 30 años. Es un sector, por tanto, que está creciendo de una forma sostenible año tras año, gracias a la fuerte concienciación e implicación de unos profesionales del porcino, que entendieron era necesario incorporar a todos los procesos de la actividad una serie de medidas encaminadas a reducir las emisiones y con el foco sobre todo en la mejora durante el almacenamiento y tratamiento de purines.
Los esfuerzos de este sector no solo están encaminados a la reducción de emisiones GEI, sino que su actuación también se extiende a otros campos que la propia actividad conlleva, como la reducción del consumo de agua, de electricidad y combustibles o la reducción en la generación de plásticos no reutilizables, residuos o desperdicios.
Pero el compromiso de este sector es seguir aplicando mejoras hasta alcanzar un impacto climático neutro antes del año 2050, en consonancia con lo que establece el Pacto Verde Europeo.